Las
bases del Sistema Presupuestario de Financiamiento surgieron
inicialmente como un conjunto de medidas prácticas (centralización
de fondos bancarios de las empresas, etc.) ante problemas concretos
del sector industrial (empresas con recursos financieros sobrantes y
otras sin ellos, por ejemplo).
En
ese momento la Revolución enfrentaba aún problemas sociales tales
como el desempleo. Estas bases evolucionaron progresivamente hasta
formar un cuerpo coherente de consideraciones políticas y económicas
cuya formación teórica comenzó a perfilarse precisamente alrededor
de los años 1962 – 1963 y cuya aplicación práctica quedó
restringida al sector industrial.
El
Sistema Presupuestario de Financiamiento fue el modo en que se
organizó y funcionó la economía estatal cubana en el sector
industrial en una fase tan temprana de la Revolución socialista. Los
antecedentes del Sistema Presupuestario de Financiamiento están en
esta etapa, en el Departamento de Industrias del INRA.
El
Che llevó a cabo una política encaminada a fundir los “chinchales”,
a crear talleres mayores, donde se pudiera introducir la técnica, a
aumentar la productividad y disminuir los costos. El personal que
resultaba excedente lo reubicaba en la rama de la producción que lo
requería; a los que no tenían ubicación les pagaba para que
elevaran su calificación técnica y cultural. Defendió por encima
de todo que no existieran plazas ficticias.
La
sección de finanzas, contabilidad y presupuestos del Departamento de
Industrias administraba el fondo centralizado. Para esto, estableció
los presupuestos y un programa de ejecución, acorde a un plan anual.
Le correspondieron también a este Departamento los primeros pasos
que se dieron en Cuba en la planificación.
El
Banco Nacional era el depositario del fondo centralizado. El
Departamento enviaba copia de los presupuestos de las unidades y las
agencias bancarias no efectuaban pagos superiores a lo estipulado en
el presupuesto.
El
Sistema Presupuestario de Financiamiento se desarrolló con el
objetivo de eliminar la anarquía heredada, fortalecer el Estado
revolucionario que recibió una estructura económico - social
neocolonial y subdesarrollada pero también una aceptable red vial,
con una buena red de comunicaciones que abarcaban el télex, el
teléfono, la radio, la microonda, el cable, el telégrafo y la
televisión.
Algunas
corporaciones extranjeras habían implantado en Cuba las más
avanzadas técnicas para la organización, la dirección, el control,
la programación de la producción y la contabilización de la
gestión económica del capitalismo monopolista de Estado.
Muchas
de las empresas extranjeras habían implantado el control
centralizado, cuya sede estaba en La Habana o en los Estados Unidos.
Existían en Cuba oficinas de contadores públicos que denominaban
estas novísimas técnicas y había cierta divulgación de estas
entre los cuadros de administración de las empresas cubanas.
El
Che, en la confirmación del Sistema, se basó en:
- Las técnicas contables avanzadas que permitían un mayor control y una eficiente dirección centralizada así como en los estudios y aplicación que efectuaba el monopolio de los métodos de centralización y descentralización.
- Las técnicas de computación aplicadas a la economía y a la dirección; igualmente, los métodos matemáticos aplicados a la economía.
- Las técnicas de programación y control de la producción.
- Las técnicas del presupuesto como instrumento de planificación y control por medio de las finanzas.
La
revolución cubana plantea un sistema centralizado de la dirección
de la economía, con un control bastante riguroso de las empresas con
un control consciente de los directores de empresas y considerar el
conjunto de la economía como una gran empresa y tratan de establecer
la colaboración entre los participantes como miembros de una gran
empresa, en vez de ser lobos entre sí, dentro de la construcción
del socialismo.
El
nombre de Sistema Presupuestario de Financiamiento proviene del hecho
que la empresa entrega al presupuesto nacional todos sus ingresos,
esto es, no acumula ni retiene en efectivo en una cuenta propia. La
empresa, además, gasta de acuerdo con el plan financiero, por lo que
recibe del presupuesto disponibilidades de fondos que le son situados
en una agencia bancaria que registra operaciones de la empresa en
tres cuentas: la de salarios, la de inversiones, y la de otros
gastos.
De
este modo, la empresa recibe todos los fondos que necesita para
efectuar sus actividades por lo que resulta innecesaria la solicitud
del crédito bancario y toda la ficción contable que trae aparejada.
El Che aplicó aquí el mismo sistema que tiene un consorcio
multinacional altamente tecnificado en la relaciones que existen
entre la casa matriz y sus subsidiaria. La única fuente de
financiamiento que tiene la empresa es el presupuesto nacional.
En
una reunión bimestral del Consejo de Dirección del Ministerio de
Industrias expresó:
Creo
que el Sistema de Financiamiento Presupuestario significa por todas
sus concepciones, un paso de avance que permite al menos estar
presto, cuando nosotros queramos profundizar más en este análisis,
a tomar las medidas necesarias y a impulsarlas sin que tenga que
sufrir una gran conmoción sobre el sistema, porque evidentemente es
un camino que va en el sentido de la administración por su sendero
progresista, que es el sendero de los monopolios.
Resulta entonces, necesario diferenciar entre las formas de conducción de la economía desde el punto de vista técnico de la cuestión (y el Che era de opinión de que se tomaran estas técnicas de donde estuvieran más desarrolladas y que pudieran adaptarse a la nueva sociedad, sin temor de contagio de ideología burguesa, siempre que se limitara a la adopción o asimilación de normas técnicas de dirección y control de la producción), y las formas de conducción en su aspecto ideológico, que, para el Che, no deben perdurar y desarrollarse sobre la base de mecanismos de incentivos y de criterios de dirección de la economía inherentes al régimen capitalista de producción. Vale decir, se acepta la asimilación críticas de los adelantos tecnológicos en la dirección y control económicos, pero se rechazan la utilización y desarrollo de las armas melladas que legara el capitalismo.
No hay mejor crítico del Sistema Presupuestario que el propio Che. En las numerosas reuniones del Ministerio de Industrias en que participaba, en los discursos pronunciados en reuniones de colectivos obreros, en comparecencias por televisión, etcétera, no dejaba de señalar las debilidades que aún tenía que eliminar el Sistema Presupuestario.
Resulta entonces, necesario diferenciar entre las formas de conducción de la economía desde el punto de vista técnico de la cuestión (y el Che era de opinión de que se tomaran estas técnicas de donde estuvieran más desarrolladas y que pudieran adaptarse a la nueva sociedad, sin temor de contagio de ideología burguesa, siempre que se limitara a la adopción o asimilación de normas técnicas de dirección y control de la producción), y las formas de conducción en su aspecto ideológico, que, para el Che, no deben perdurar y desarrollarse sobre la base de mecanismos de incentivos y de criterios de dirección de la economía inherentes al régimen capitalista de producción. Vale decir, se acepta la asimilación críticas de los adelantos tecnológicos en la dirección y control económicos, pero se rechazan la utilización y desarrollo de las armas melladas que legara el capitalismo.
No hay mejor crítico del Sistema Presupuestario que el propio Che. En las numerosas reuniones del Ministerio de Industrias en que participaba, en los discursos pronunciados en reuniones de colectivos obreros, en comparecencias por televisión, etcétera, no dejaba de señalar las debilidades que aún tenía que eliminar el Sistema Presupuestario.
¿Cuáles
son la debilidades del sistema? Creemos que, en primer lugar, debe
colocarse la inmadurez que tiene. En segundo lugar, la escasez de
cuadros realmente capacitados en todos los niveles. En tercer lugar,
la falta de una difusión completa de todo el sistema y de sus
mecanismos para que la gente lo vaya comprendiendo mejor.
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