compartimos una serie de entregas sobre el pensamiento economico del Che, esta es la primera, dos veces por semana publicaremos los siguientes, esperamos sea aprovechado como material de analisis y estudio
El Ché elaboró y fundamentó, desde las posiciones
del marxismo- leninismo, una concepción integral, coherente y profunda de cómo
podían y debían actuar los revolucionarios en la construcción del socialismo y
el comunismo, lo que define, también, como hombre de doctrina, fue capaz de
elaborar instrumentos, principios que, sin duda, son esenciales en el camino
revolucionario.
El pensamiento económico del Che Guevara, estuvo
concentrado en los siguientes aspectos:
1. Sistema de
dirección económica y sus categorías.
2. Surgimiento
del Sistema Presupuestario de Financiamiento.
3. La
planificación como función principal de dirección en la economía socialista.
4. El papel
del dinero, la banca y los precios.
5. Intercambio
desigual.
6. El trabajo
voluntario.
7. Sistema de
incentivos.
7.1
Sistema salarial.
1.
Sistema de dirección económica y sus categorías.
El Che sentó las bases para una teoría del período
de transición del socialismo al comunismo cuyo sistema de dirección económica
sustenta la posibilidad de edificar la nueva sociedad en un país
subdesarrollado por caminos legítimamente revolucionarios.
Este sistema considera que la palanca fundamental
de la construcción del socialismo en la sociedad humana debía ser de los
estímulos morales, “... sin olvidar una correcta utilización del estímulo
material, sobre todo de naturaleza social”.
Modelo que permite, a su vez, desarrollar
constantemente la propia teoría como única vía para crear una ciencia marxista
- leninista del período de transición útil a cada práctica revolucionaria.
El Che afirmaba que la ideología establece las
metas, y la ciencia puntualiza las posibilidades de alcanzarlas y estructura
las vías de hacerlo. Nadie puede hacer ciencia de lo inexistente; por ello la
ideología y la conciencia de lo que se quiere superar desempeñan un papel
importante.
Para el Che, “El sistema presupuestario es parte de
una concepción general del desarrollo de la construcción del socialismo y debe
ser estudiado entonces en su conjunto”.
La racionalidad del modelo económico debía, pues,
estar en consecuencia con la racionalidad social del modelo y no a la inversa.
Dicho de otro modo, la racionalidad social requiere la económica como premisa,
pero esta no expresa la racionalidad social per se. No se trata aquí de la
cantidad y la calidad de bienes materiales elaborados sino del modo en que se
producen, y de las relaciones sociales que se desprender de dicha manera de
producir.
La concepción general en la que se formularía el
modelo quedaba sintetizada en la respuesta tajante del Che a una pregunta de un
periodista:
“El socialismo económico sin la moral comunista no
me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra
la alineación. Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es hacer
desaparecer el interés, el factor “interés individual” y provecho, de las
motivaciones psicológicas”.
Marx se preocupaba tanto de los hechos económicos
como de su traducción en la mente. Él llamaba eso un “hecho de conciencia”. Si
el comunismo descuida los hechos de conciencia puede ser un método de
repartición, pero deja de ser una moral revolucionaria.
El Che se detenía a analizar esta temática y
sostenía que:
§
La transformación de la conciencia humana, debía de
empezarse en la primera fase del período de transición: del capitalismo al
comunismo. Él era del criterio que la nueva conciencia social no se obtendría
como un resultado final de una primera etapa de desarrollo de la base material
y técnica, de la eficiencia económica. El Che entendía que la creación de la
nueva conciencia social requería el mismo esfuerzo que el que dedicáramos al
desarrollo de la base material del socialismo.
§
En lo que se entiende por racionalidad económica:
comprobó como esta siempre gira sobre los conceptos de eficiencia,
productividad, utilidad máxima, decisión óptima, beneficio, etcétera.
§
Los avances, estancamientos o retrocesos operados
en el plano ideológico no pueden explicarse de manera simplista a partir del
mejor o peor trabajo político y de educación ideológica que se haya realizado.
§
La perpetuación y el desarrollo de las leyes y
categorías económicas del capitalismo prolongan las relaciones sociales de
producción burguesas y con ellas los hábitos de pensamiento y motivaciones de
la sociedad capitalista, aunque ahora el fenómeno se ha metamorfoseado bajo
formas socialistas.
Es preciso, por tanto, un modelo para la transición
con el cual transformar las estructuras capitalistas y avanzar hacia formas de
conciencia y producción comunistas.
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