PRÓLOGO
Luis Tapia[1]
Lo
que llamamos conocimiento social es algo que se produce a partir de ciertas condiciones
de posibilidad, condiciones históricas y condiciones intelectuales que también
son producciones históricas.
La
obra de René Zavaleta se ha convertido en una de las condiciones de posibilidad
de una constante recreación de las ciencias sociales o la producción del
conocimiento social en Bolivia.
Su
obra no sólo sirve para entender los tiempos sobre los que escribió específicamente,
sino también para pensar la complejidad del tiempo presente.
La
obra de René Zavaleta se despliega desde la década de los sesenta hasta 1984,
año en que muere. Su producción se centra en pensar los problemas históricos
estructurales de la nación como construcción histórica, y los problemas del
poder; si articulamos ambas cosas, los problemas de la construcción del poder
como Estado, en particular como Estado-nación. Su obra está fuertemente marcada
por su participación política en el proceso de la revolución nacional que se
inicia en Bolivia en 1952, y por haber vivido en varios países de América
Latina, sobre todo debido al exilio, y luego por una dinámica de articulación
académica durante las décadas de los setenta y ochenta. Su pensamiento se caracteriza
por una fuerte impronta de la historia política boliviana, pero también de
América Latina. En este sentido, su obra es una condición de posibilidad para
seguir pensando las nuevas configuraciones históricas de Bolivia, pero podría
ser también un referente para pensar algunas otras historias del continente.
Zavaleta
pensaba que el conocimiento social es algo que se produce o se puede producir a
partir de los horizontes de visibilidad que se configuran en la historia de cada
país, sociedad, región y época. En este sentido, la capacidad del científico
social deviene del trabajo de explotación de las posibilidades articuladas por
la configuración histórica. Uno de los rasgos de la obra de René Zavaleta es
esta articulación de producción teórica y explicación histórica, acompañada de
una reflexión epistemológica sobre las condiciones de posibilidad y los modos de
producción del conocimiento, en particular en países caracterizados por una amplia
diversidad cultural.
A
modo de introducción a una lectura de Zavaleta, sobre todo del trabajo teórico,
pero también de su modo de hacer explicación histórica, exponemos algunas de
las fases de su trabajo, y en particular algunos de los problemas que se
planteó, y tratamos de indicar los aportes que realiza en esos ámbitos que él
abrió o continuó con su trabajo de reflexión y de propuesta, para terminar con
una valoración de su pertinencia y productividad para pensar los problemas de
hoy; es decir, tratamos de ver su obra en perspectiva.
René
Zavaleta nació en Oruro en 1937, en uno de los
centros de producción minera; en
consecuencia, un centro social y político bastante dinámico, sobre todo en lo
que se refiere a la formación del movimiento obrero y a la capacidad de esta
zona para irradiar su influencia y para articular el sentido de nación desde el
polo del proletariado popular. René Zavaleta empezó a escribir en la prensa
desde muy joven. A partir de 1957 los medios comenzaron a publicar sus artículos,
y siendo bastante joven se incorporó a
la vida política, producto de lo cual en 1962 fue elegido diputado por el
departamento de Oruro. Al poco tiempo, en 1964, se había convertido en un joven
ministro de Minas, durante el último gobierno civil de la revolución nacional.
En ese periodo llevó una intensa vida política, periodística y de debate intelectual,
en particular en el periódico La
Nación, del cual era responsable junto a
Augusto Céspedes.
En
1959 Zavaleta publicó el folleto El
asalto porista, que es una polémica con los
trotskistas y su modo de pensar una estratégica separación de la clase obrera
respecto del proyecto y el partido nacionalista. Desde entonces, y hasta el
balance crítico que Zavaleta hace en su libro La caída del MNR y la conjuración de noviembre, que es una reflexión sobre el golpe militar del 64, que terminó
con los gobiernos de la revolución nacional, sostendría la idea de que la base
social, por lo tanto, la principal condición de posibilidad de la revolución
nacional, era la articulación y la alianza entre movimiento obrero y partido
nacionalista, y que el proceso de separación de ambas fuerzas es la principal
causa del derrumbe y el fin del proceso revolucionario, tal como queda consignado
en ese libro, que quedó inédito hasta 1995.
En
1963 Zavaleta publicó un pequeño libro llamado Estado nacional o pueblo de pastores, en el que el eje del debate tiene que ver con la discusión en
torno a la estrategia que habría que llevar adelante para la construcción de un
Estado nacional en Bolivia, es decir, la opción entre industrialización pesada,
de la cual eran partidarios Zavaleta y la izquierda del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), o desarrollo agrario, que es lo que ellos llamaban desarrollo en y desde la periferia, fuertemente promovido por los norteamericanos en el
proceso posterior a 1952.
En 1964 Zavaleta publicó otro pequeño libro: La revolución boliviana y la cuestión del poder. Parte de esa publicación fue retomada e incluida en
la que sería la principal obra de todo ese periodo:
La
formación de la conciencia nacional,
editada en 1967 en Montevideo en la colección Marcha. Probablemente esta obra
sea el principal resultado del periodo del pensamiento nacionalista en el país,
en particular de las obras signadas por el nacionalismo revolucionario que
comienza con la obra de Carlos Montenegro, Nacionalismo y coloniaje.
De
manera muy breve quisiera bosquejar una valoración e interpretación de los
trabajos de esa generación y del modo en que Zavaleta se inserta en ella…
[1] Filósofo de la UNAM y politólogo de UAM-I y IUPERJ. Actualmente
es coordinador del doctorado multidisciplinario en Ciencias del Desarrollo en
el CIDES-UMSA en La Paz (Bolivia). Autor de Política
salvaje (2008); La igualdad es cogobierno (2007);
La invención del núcleo común:
ciudadanía y gobierno multisocietal
(2006); La condición multisocietal (2003); La velocidad del pluralismo. Ensayo sobre tiempo y política 2002) y La producción del conocimiento
local. Historia y política en la obra de René Zavaleta (2002).
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